Si la Tierra estuviera más cerca del Sol, nuestro planeta experimentaría cambios drásticos en su clima y condiciones de vida. El aumento de la radiación solar tendría efectos devastadores en la biodiversidad y la supervivencia de muchas especies.
¿Cuando la Tierra está más cerca del Sol se dice que está en?
La Tierra está alcanzando su velocidad máxima al situarse en el perihelio, la mayor proximidad al Sol en su órbita anual. En este punto, la Tierra acelera a 3420 kilómetros por hora por encima del promedio. La velocidad de traslación varía según la segunda ley de Kepler, siendo máxima en el perihelio con 110700 kilómetros por hora y mínima en el afelio con 103536 kilómetros por hora. El perihelio de 2020 se produjo el 5 de enero a una distancia de más de 147 millones de kilómetros. La distancia media del Sol es de 150 millones de kilómetros, alcanzando los 15209 millones de kilómetros en el afelio y bajando a 14710 millones de kilómetros en el perihelio.
¿Cuándo se apagará el Sol según los científicos?
Si nuestro Sol tiene una edad de 4.500 millones de años, ¿cuánto tiempo más brillará? Las estrellas similares a nuestro Sol tienen una duración de aproximadamente 9 o 10 mil millones de años. Por lo tanto, nuestro Sol se encuentra aproximadamente en la mitad de su vida. Sin embargo, no hay motivo de preocupación, ya que aún le quedan alrededor de 5.000 millones de años de vida.
Cuando transcurran esos 5.000 millones de años, el Sol se convertirá en un gigante rojo. Esto significa que se volverá más grande y más frío. En ese momento, ya no será el brillante sol amarillo que conocemos hoy, sino que se verá más oscuro y de color rojo.
En una caricatura, se muestra al sol gigante rojo diciendo: “Está bastante frío aquí”.
Artículo actualizado por última vez el 25 de mayo de 2021.
¡Más diversión bajo el sol!
¿Qué pasa si una persona se acerca al Sol?
En nuestro viaje hipotético y ficticio, nuestra primera parada nos lleva a la corona, la capa más externa del Sol. Esta región se encuentra a un millón de grados centígrados, lo que la hace 900 veces más caliente que la lava. A medida que continuamos nuestro recorrido, pasaremos por la cromosfera y la fotosfera, donde podremos observar manchas y erupciones solares. A diferencia de otros cuerpos celestes, el Sol no tiene una superficie sólida, por lo que si intentáramos aterrizar, caeríamos hacia su interior. Atravesaríamos diversas zonas radiactivas hasta llegar al núcleo, que es esencialmente el mayor reactor nuclear del sistema solar. Este viaje nos permite explorar el espacio exterior de una manera nunca antes vista, como lo está haciendo actualmente la NASA con la Sonda Solar Parker, que se encuentra orbitando a 62 millones de kilómetros de la superficie del Sol. Sin embargo, si quisiéramos tener una visión aún más cercana, necesitaríamos un enfoque aún más avanzado.
¿Qué nos dice la ley de Kepler?
Las leyes de Kepler, también conocidas como leyes del movimiento planetario, son principios científicos que explican el movimiento de los planetas alrededor del Sol. Estas leyes fueron formuladas por el astrónomo alemán Johannes Kepler en el siglo XVI. Uno de los aportes más importantes de estas leyes fue demostrar que las órbitas de los planetas son elípticas y no circulares, como se creía anteriormente. Antes de Kepler, la astronomía se basaba en la teoría geocéntrica, que sostenía que el Sol y los planetas giraban alrededor de la Tierra. Sin embargo, Copérnico demostró que los planetas giraban alrededor del Sol, lo que se conoce como teoría heliocéntrica. Aunque ambas teorías compartían la creencia de órbitas circulares, Kepler descubrió que eran elípticas, lo que permitió perfeccionar la teoría heliocéntrica. Las leyes de Kepler son leyes cinéticas, es decir, describen el movimiento planetario a través de cálculos matemáticos. Estas leyes sentaron las bases para que Isaac Newton estudiara las causas del movimiento de los planetas en años posteriores.
¿Qué pasa si la Tierra se detiene por un segundo?
Los motivos reales por los que la Tierra podría ver su final son diversos y preocupantes. Uno de ellos es el gradual desaceleramiento de la rotación de nuestro planeta, un proceso que ha estado ocurriendo durante miles de millones de años. Se estima que la duración de un día aumenta en aproximadamente 18 milisegundos cada siglo. Si en algún momento la Tierra sufriera un súbito parón y dejara de rotar sobre sí misma, las consecuencias serían catastróficas.
Según los expertos, si la Tierra se detuviera repentinamente, todos los objetos y personas serían lanzados al espacio debido a la fuerza centrífuga y la inercia del movimiento. Incluso el aire produciría vientos huracanados en toda la superficie. Solo cerca de los polos, donde la velocidad de rotación es menor, sería posible sobrevivir a este desastre. Además, la fuerza de gravitación generaría una redistribución de la gravedad, lo que resultaría en la formación de dos enormes océanos alrededor de los polos y la inundación de regiones enteras. También habría una modificación drástica en la duración de los días y las noches, ya que un día duraría lo que ahora son 365 días, es decir, un año con 6 meses de día y 6 meses de noche.
Afortunadamente, la posibilidad de que la Tierra deje de girar en cualquier momento es prácticamente nula, por lo que podemos estar tranquilos. Sin embargo, es importante tener en cuenta estos escenarios para comprender la importancia de cuidar y preservar nuestro planeta.
¿Cuánto tiempo puede estar una persona sin ver el Sol?
Si el sol desapareciera de repente, nos daríamos cuenta de algo extraño después de 8 minutos y 18 segundos, ya que ese es el tiempo que tarda la luz y la atracción gravitatoria del sol en llegar hasta nosotros. Después de ese tiempo, simplemente se haría de noche. Al principio, no sería muy grave, ya que podríamos encender la luz y apenas lo notaríamos si ya es de noche. Sin embargo, si hay luna, esta también se apagaría un segundo más tarde, seguida de Júpiter una hora después y el resto de los planetas en orden hasta Neptuno, 8 horas después de que el sol desapareciera.
Las plantas dejarían de realizar la fotosíntesis, pero el trillón de kilos de oxígeno en la atmósfera nos permitiría respirar durante mil años más. Además, siempre podríamos producir más oxígeno por electrolisis, como se hace en la Estación Espacial Internacional. El problema sería la cadena alimenticia, ya que la muerte de las plantas rompería este equilibrio. Sería necesario encontrar una manera de alimentarse de plantas no fotosintéticas, como las que se encuentran en el fondo del mar.
Además, haría mucho frío. El planeta se enfriaría lentamente, alcanzando los 0 grados en una semana y los 73 grados bajo cero en un año. Las mejores zonas para vivir serían aquellas con actividad geotérmica, hasta que después de 10 o 20 años, la temperatura bajaría tanto que comenzaría a nevar oxígeno.
Afortunadamente, el sol no parece que vaya a desaparecer en los próximos cinco billones de años, así que por ahora, me voy a la playa.
¿Qué dijo Kepler sobre el universo?
Hasta el año 1609, todo nuestro conocimiento sobre el Universo se basaba en observaciones a simple vista del cielo. En civilizaciones antiguas como los Mayas, se identificaron astros que parecían moverse entre las estrellas fijas, a los que los griegos llamaron planetas. Durante siglos, el estudio del movimiento de los planetas a simple vista fue uno de los campos más importantes de la astronomía. En el siglo XVI, el astrónomo danés Tycho Brahe examinó minuciosamente el cielo durante décadas y tomó valiosas notas sobre las posiciones de los planetas conocidos en ese entonces: Mercurio, Venus, Marte, Júpiter y Saturno.
Después de la muerte de Tycho Brahe, su discípulo Johannes Kepler se propuso encontrar algún orden en estos registros. Kepler realizó uno de los estudios científicos más importantes de todos los tiempos, que culminó en las tres leyes de Kepler, las cuales nos dicen cómo se mueven los planetas. En particular, Kepler descubrió que los planetas giran alrededor del Sol describiendo una elipse. Con la excepción de Mercurio y Plutón, las elipses en las que se mueven los planetas son casi circulares. Kepler también encontró una relación entre el tiempo que tarda cada planeta en dar una vuelta alrededor del Sol (el año) y la distancia de dicho planeta al Sol. Los planetas más alejados giran a menor velocidad y, al tener que recorrer una elipse más larga, su año dura mucho más tiempo. Por ejemplo, mientras que el año de Mercurio, el planeta más cercano al Sol, dura solo 88 días terrestres, el de Saturno, el planeta más lejano conocido por Kepler, tarda 30 años en recorrer su órbita. De hecho, los datos recopilados por Tycho Brahe durante su vida apenas cubrían más de dos vueltas al Sol por parte de Saturno.
Con el tiempo, se descubrió que las leyes de Kepler no solo se aplicaban a todos los planetas, sino que también se cumplían para los cometas, muchos de los cuales siguen trayectorias elípticas muy excéntricas. De acuerdo con estas leyes, los cometas se mueven muy despacio cuando están lejos del Sol y extremadamente rápido cuando se acercan. Algunos de nuestros lectores pudieron apreciar esto con el cometa Hyakutake, que fue visible desde Puebla durante el mes de abril. Durante los días en que fue más brillante, que corresponden a cuando está más cerca del Sol, el cometa se movía una distancia apreciable entre una noche y la siguiente. Además del movimiento de los cometas, también se descubrió que las lunas de los planetas gigantes, en particular las de Júpiter y Saturno, también cumplen con las leyes de Kepler, tomando al planeta en cuestión como el equivalente al Sol.
Las leyes del movimiento de los planetas enunciadas por Kepler a principios del siglo XVII fueron uno de los primeros ejemplos de leyes universales. Kepler sospechó que detrás de esta universalidad había algo más, pero no pudo encontrar qué dicta el movimiento de los planetas y por qué el trayecto de Júpiter debe tener características comunes con el de Venus, por ejemplo. Sin embargo, el trabajo de Kepler es considerado una obra monumental que abrió el camino para que Isaac Newton, uno de los físicos más grandes de todos los tiempos, descubriera que la fuerza de gravedad es lo que une a los planetas con el Sol.
Esperanza Carrasco Licea y Alberto Carramiñana Alonso
Diario Síntesis, 27 de agosto de 1996
¿Qué es lo que sostiene a la Tierra?
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06 de junio de 2016
¿Alguna vez has presenciado la caída de un fruto o una rama de un árbol? ¿Y alguna vez has lanzado una piedra y has observado cómo cae? A esta fuerza que atrae los objetos hacia el suelo se le llama gravedad.
La gravedad es la responsable de que la Tierra nos atraiga constantemente hacia abajo, por eso siempre tenemos los pies en el suelo. Pero no es necesario estar en contacto directo con la Tierra para que nos atraiga, basta con no estar muy lejos de ella. Esta es la razón por la que nuestro planeta gira alrededor del Sol y la Luna lo hace alrededor de la Tierra.
La fuerza de la gravedad depende de la masa y el peso de cada objeto. La fuerza con la que dos objetos se atraen es proporcional a su masa y disminuye rápidamente cuando los separamos. De hecho, nosotros también ejercemos una fuerza gravitatoria sobre los objetos, pero pesamos tan poco que no podemos percibirlo. En cambio, el Sol es tan grande que puede mantenernos girando a su alrededor a pesar de estar muy lejos. La Luna también ejerce su propia fuerza gravitatoria, pero al ser más pequeña y ligera que la Tierra, si nos pesáramos en su superficie veríamos que pesamos aproximadamente seis veces menos que en la Tierra.
Podríamos preguntarnos por qué la Luna no cae sobre la Tierra, al igual que una manzana cae de un árbol. La razón es que nuestro satélite nunca está quieto, se mueve constantemente a nuestro alrededor. Sin la fuerza de atracción terrestre, se alejaría flotando en el espacio. Gracias a la combinación de velocidad y distancia de nuestro planeta, la Luna siempre está en equilibrio, ni cae ni se aleja. Si se moviera más rápido, se alejaría; si se moviera más lento, caería.
Hemos mencionado que la fuerza de la gravedad también depende de la distancia. Si nos alejáramos lo suficiente de la Tierra, escaparíamos de su fuerza de atracción. Y eso es lo que intentamos hacer con las naves espaciales. Necesitamos superar la velocidad de escape, que es aproximadamente 112 km/s. A esa velocidad, podríamos viajar de Londres a Nueva York en tan solo 10 minutos. Cuando un cohete alcanza esa velocidad, ya es libre para viajar por el sistema solar.
Dentro de una nave en órbita, no sentimos la fuerza de gravedad terrestre. Los objetos no caen, sino que flotan. Así que si saltas, no regresas al suelo. Esto es lo que les ocurre a los astronautas cuando están a bordo de una estación espacial que orbita alrededor de la Tierra.
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Cuando la Tierra está más cerca del Sol se dice que está en su perihelio. Si una persona se acerca al Sol, sufriría altas temperaturas y radiación intensa. La ley de Kepler nos dice que los planetas se mueven en órbitas elípticas alrededor del Sol. Kepler afirmó que el universo es ordenado y sigue leyes matemáticas. Si la Tierra se detuviera por un segundo, habría graves consecuencias, como cambios climáticos y desastres naturales. Una persona puede estar sin ver el Sol durante varios días, pero esto puede afectar su salud y bienestar. Según los científicos, el Sol se apagará en aproximadamente 5 mil millones de años. Lo que sostiene a la Tierra es la gravedad, que mantiene a todos los objetos en su lugar.
Enlace fuente
https://www.businessinsider.es/pasaria-humanos-pudieran-aterrizar-sol-588167
https://www.significados.com/leyes-de-kepler/
https://www.inaoep.mx/~rincon/mov_planetas.html
https://www.larazon.es/sociedad/20211130/np7v57gxwvcvxob7lmu6towjh4.html
https://spaceplace.nasa.gov/sun-age/sp/
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